Banderas Rojas
8:10:00 a.m.Cuando empezamos una relación con una persona nos encontramos en un estado de emociones alteradas, son unas mariposas en el estomago y el deseo constante de estar con la persona que te hace sentir como si estuvieras volando por el cielo. El mundo se llena de posibilidades y es como si viéramos el alma de esta persona que esta llena de luz, vemos todas la cualidades y escenarios en los que ambos pueden llegar a alcanzar y construir juntos. Todo es color de Rosa. Enamorarnos es un proceso bello que nos enseña incluso a conocernos más a nosotros mismos y lo que somos capaz de hacer por aquellas personas que amamos. Cuando vemos señales o banderas rojas nos hacemos los ciegos ante ellas o sencillamente decidimos no verlas por que lo positivo pesa mucho más que aquellos pequeños defectos, errores y optamos por ignorarlo. La sensación de estar sobrevolando el mundo con alguien es algo que no estamos dispuestos a dejar ir.
Todos somos humanos no? Todos tenemos derecho a cometer errores y a crecer. Tenemos que darnos tiempo para conocernos mejor y fijar esa barrera o limites que son importantes para nosotros y creemos que por amor la otra persona va a respetar esos limites y así como nosotros confiamos en ellos esperamos que ellos confíen igual en nosotros. Los cuentos de hadas nos enseñan desde pequeños que el amor lo puede todo, es invencible, es poderoso, inigualable, nos hace creer que por amor las personas hacen hasta lo imposible pero en la vida real no siempre es así. Siempre son aquellos que queremos mas los que terminan lastimándonos profundamente y dejando cicatrices que siempre estarán presentes o los que nosotros mismos terminamos lastimando y es por que estas personas tienen un gran nivel de importancia en nuestra vida y por ende un impacto profundo en nuestras almas y nuestros corazones.
No imorta lo mucho que te adviertan que saldrás lastimada, no importan las banderas rojas que vemos, muchas veces no escuchamos nuestra intuición o sobrepasamos nuestros principios y valores por que si verdaderamente amamos a alguien haremos hasta lo imposible por esta persona hasta que ya sea muy tarde. Una madre no deja de querer a su hijo solo por que se equivoca, al contrario. Una madre se preocupa y espera poder enseñarle lo suficiente a su hijo para que crezca y cada dia pueda ser mejor persona y sepa aprender de sus errores. Lo mismo pasa en el amor romantico, cuando nosotros o nuestras parejas se equivocan decidimos suponer que fue un error sin ninguna mala intención, nos decimos a nosotros mismos que esto no es algo que encaja con la imagen que hemos creado en nuestra mente de esta persona, creemos saber que sus intenciones son puras y benignas que si simplemente le damos una oportunidad y la misma situación se vuelve a repetir, actuaran diferente. Lo que esperamos de aquellos que amamos es que aprendan de sus errores y ponemos la otra mejilla por que esperamos que aunque nos hallan lastimado una vez no lo volverán a hacer del mismo modo.
Tal vez sea necesario que dejemos de ignorar aquellas banderas rojas desde el principio, el que amemos a una persona no significa que tenemos que dejar de amarnos a nosotros mismos o que tenemos que sacrificar nuestros valores y principios. Aveces basta con simplemente comunicarnos inmediatamente, expresar nuestras emociones y nuestros sentimientos, hacernos valer y respetar para que la otra persona sepa amarte. Otras veces por mucho que lo intentes, que te comuniques que luches y patalees, no sirve para nada y es necesario admitir que por más que deseemos algo aveces no es para nosotros. Hay personas que entran a nuestra vida para brindarnos enseñanzas, para ayudarnos a crecer, a conocernos a nosotros mismos, a identificar en que estamos fallando, a crecer, implantar memorias y experiencias en nuestras vidas. Pero no están destinadas a quedarse para más de eso.
Es curioso por que creemos que amar es meramente un sentimiento positivo pero la realidad es que amar duele en el alma, nos llena de luz, nos quema por dentro, nos da esperanza y nos desgarra por dentro. Amar nos hace vulnerables pero también nos puede llenar de mucha fortaleza. En mi experiencia amar me ha brindo los mejores momentos y recuerdos de mi vida pero al mismo tiempo también me ha hecho llorar como nunca lo había hecho antes. Aun intento establecer si ambos sentimientos se balancean mutuamente. He sentido la dulce caricia del amor familiar, de amistad y de una pareja pero también he aventurado en la decepción de ver como estas personas me fallan. Así como yo he vivido el amor en este sentido, entiendo que también yo he sido la causante de sonrisas y de lagrimas, de esperanza y desconsuelo y desearía poder decir que no he sido la causante de desamor pero por lo que veo el amor no puede existir sin el desamor.
Desearía poder volver en el pasado, a aquel momento en el que mi visión del amor era reconfortante y prometedor. Desearía poder amar con locura y ser amada con locura sin el desamor que viene asociado sin lastimar a alguien y sin ser lastimada. Pero por el momento derrotada, abatida, desilusionada... son algunas de las palabras que reflejan como me siento.
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